De identidad misteriosa y de buen corazón, vestido con su traje rojo, amarrillo y burdeo presentamos al señor Convivencia: el superhéroe del Instituto San Sebastián de Yumbel. Te preguntarás cómo nace la historia de un superhéroe en un colegio y aquí tenemos la exclusiva.
Conversamos durante media hora con el incógnito rostro escondido tras la máscara, desde lejos se pueden evidenciar ciertos rasgos faciales a través de los pequeños orificios que deja entrever su traje. De tez blanca y ojos llamativos. Se podría decir que tenemos nuestras sospechas, pero no revelaremos su identidad en esta nota, sino su rol educativo y de acompañamiento con los estudiantes de Yumbel.
A raíz de la imaginación de los ñinos y niñas nace un nuevo superhéroe en Yumbel. Estudiantes del Instituto de San Sebastián dibujaron al superhéroe que necesitaban: una persona contenedora que los acompañe en sus momentos difíciles en el desarrollo escolar. También dibujaron el traje y después de varios bocetos hubo un elegido que fue mejorado por el profesor de artes visuales. Luego de esta creación comunitaria, nace el superhéroe de Yumbel para dar apoyo a todos los niños y niñas de ciclo menor en el instituto.

Cuando habían clases presenciales, el señor Convivencia tenía un buzón donde los estudiantes podían depositar sus preocupaciones a modo de carta para que, más tarde, su superhéroe se reuniera con ellos para ayudarlos y aconsejarlos en su pesar escolar. Sus acciones no sólo se limitaban a resolver sentires entre dos, sino que también acompañaba las reflexiones sobre una sana convivencia a nivel de curso.
¿Entonces, con la pandemia, acaso ha desaparecido nuestro superhéroe? La respuesta es no. El señor Convivencia se puso su mascarilla para seguir junto a sus estudiantes, pero esta vez para premiar a aquellos que se han esforzado en su rendimiento académico:
«Busco reconocer y motivar el trabajo de los niños. A veces les llevo cojines o dibujos para pintar. Llego a sus casas y ellos son muy felices, salen a recibirme y hasta quieren abrazarme, pero por cuidado sanitario sólo nos vemos en el jardín de sus casas por unos pocos minutos», comentó el señor Convivencia.
No pudimos evitar preguntar qué se siente estar detrás del traje de un superhéroe tan importante para los niños y niñas. Su existencia es una alegría y representa un apoyo emocional, además de lo académico, sobre todo en estos tiempos donde la distancia ha marcado la vida de muchos. El señor Convivencia confiesa en medio de un suspiro: «No es algo tan sencillo, el principal temor es que tienes una función dentro del colegio y da miedo que los estudiantes descubran quién eres. Su emoción con la historia es lo que más me mueve a visitarlos para seguir motivando sus distintos esfuerzos»